Los ahorros y las inversiones siempre brindan un respaldo económico para diversas situaciones como darse un gusto personal, desarrollar un emprendimiento, o para hacer trabajar el dinero y generar interés. Por este motivo, los distintos plazos fijos son una opción simple y práctica.
Vale recordar que el Banco Central (BCRA) mantiene la tasa de interés del plazo fijo tradicional sin cambios desde hace tres meses. La última vez que la tocó fue el 15 de septiembre cuando la elevó 5,5 puntos con lo cual la Tasa Nominal Anual (TNA) es del 75%, lo que equivale a una Tasa Efectiva Anual (TEA) del 107%, con lo cual el rendimiento del plazo fijo minorista es de 6,2% mensual.
Plazo fijo tradicional
Es un instrumento de inversión de bajo riesgo, que se puede realizar a un plazo mínimo de 30 días y desde un monto inicial de $1.000. Actualmente, los bancos ofrecen una tasa nominal anual (TNA) del 75%.
Además, la gran mayoría de las entidades bancarias ofrece la opción de renovación automática, es decir, al llegar a la fecha de vencimiento del plazo fijo, el mismo se vuelve a constituir por un periodo más. El plazo máximo de renovación automática es de 180 días.
Plazo fijo UVA
Es una inversión que se utiliza para seguir el ritmo de la inflación. Presenta un plazo mínimo de 90 días, pero ofrece la posibilidad de cancelarla antes del vencimiento siempre y cuando hayan transcurrido al menos 30 días desde la fecha en que se hizo el depósito.
En este caso, el monto en pesos invertido por el ahorrista se transforma en Unidades de Valor Adquisitivo (UVA). La UVA es una medida de valor que fija diariamente el Banco Central y sigue al Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), basado en el índice de precios al consumidor que publica en Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) todos los meses, el cual mide la inflación.
Además, la mayoría de los bancos ofrece la opción de Plazo Fijo UVA pre cancelable, con rendimiento UVA + 1% (es decir, la variación del valor de la UVA durante la vigencia del plazo fijo más el 1% TNA) a 90 días, que asegura un rendimiento real positivo contra el aumento de precios de bienes y servicios.
En estos casos, el titular puede pre cancelar la operación, siempre que hayan transcurrido 30 días desde la contratación, dando aviso al Banco con una anticipación de cinco días hábiles.
Plazo fijo tradicional o UVA: ¿Cuál conviene?
La respuesta es que depende del momento. En el caso de los UVA existe un grado de incertidumbre: la tasa se compone de una parte fija (el 1% de interés) y de otra variable (el valor de la UVA). Por eso no se puede tener certeza del monto de la renta que se obtendrá a los 90 días. En tanto, el tradicional anticipa el monto de las intereses obtenidos al finalizar el periodo.
En concreto, si bien los plazos fijos UVA protegen el capital de la inflación, en un contexto de baja inflación y tasas altas, su rendimiento puede ser menor al del tradicional.